Quiero contar la historia de Ali Babá,
la verdadera la falsa lo mismo da.
Nací como nacen los hombres duros
líderes de guerra y también de la paz
Crecí solo, sin cuidados y sin bienes
y en el desierto casi muerto de sed
comencé por robar en un pozo ajeno
para calmar mi sed, un poco de agua.
Después aprendí a luchar por defender
mi comida que en general se trataba
de un pedacito pequeño de pan duro
y una copita, bien lo recuerdo, de nada.
A los ocho años me monté en un camello
que robé en la tienda de don Salomón,
y recorrí el desierto en toda su extensión
buscando entre las dunas, entre la arena
mujer, niño o poeta, hombre joven o viejo,
y fue duro el trabajo y pareció imposible
pero al pasar un año, a los nueve cumplidos,
cuarenta voluntades me proclaman su rey.
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